Cuando la violencia, pobreza y separación familiar se juntan, la respuesta natural de cualquier ser humano es huir en busca de mejores oportunidades. Conoce las causas de la migración centroamericana.
Imagina por un momento que tienes 11 años. ¿Cuál sería tu mayor miedo? Probablemente no estar con tu familia, reprobar materias o incluso la oscuridad, pero para miles de niñas y niños en Centroamérica esos temores se ven minimizados por la violencia generada por las pandillas, en Honduras, El Salvador y Guatemala.
Tan solo en Honduras, más de 240,000 personas –la mayoría mujeres, niñas y niños- han sido desplazados de sus lugares de origen de manera forzada. Esta información de acuerdo a datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La migración centroamericana se da a zonas rurales o apartadas de las grandes ciudades, pero también al exterior, principalmente a Estados Unidos.
Ángela, una niña hondureña de 11 años, experimentó muchísimo miedo por las amenazas de las pandillas, que constantemente intimidaban a su familia para que les entregaran a su hermana mayor. El acoso y la intimidación se volvieron cotidianos, no tenían a quién pedir ayuda.
En los últimos años las pandillas de El Salvador, se dispersaron a las vecinas Guatemala y Honduras.
Honduras presenta una de las tasas de homicidio más altas del planeta, 46.3 asesinatos por cada 100,000 habitantes de a acuerdo a datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
La pobreza, factor que repercute negativamente en la zona
Los tres países presentan una tasa de pobreza superior al 50%, además de precarios ingresos, pocas oportunidades de empleo y estudio.
De acuerdo a datos de la Oficina del Censo de los Estados Unidos y la Encuesta de Comunidades Estadounidense, 3.5 millones de personas provenientes de Centroamérica vivían en ese país en 2017. Por lo que millones de familias se encuentran separadas debido a la imposibilidad de poder llevar legalmente a sus familiares o al menos visitarles.
La historia de Ángela es tan solo una de las miles de historias de la migración centroamericana varada en México.
Al igual que miles de familias, la de Ángela emprendió el viaje tras “el sueño americano”, pero con muchas dificultades para lograrlo.
Se fueron de Honduras en un autobús, rodeando la frontera de Guatemala hasta llegar al Río Hondo cruzando en balsa para entrar a México por Chetumal, Quintana Roo.
Los problemas aumentaron cuando fueron detenidos por los retenes de migración mexicanos, y trasladados al estado de Oaxaca, donde actualmente residen en un albergue.
Nuestro programa de atención a la niñez migrante
Ante la crisis migratoria y desplazamientos forzados en Centro y Sudamérica, desde 2018, Save the Children en México opera un programa de Atención a la Niñez Migrante.
El programa brinda apoyo psicosocial, educación en emergencias, talleres de empleabilidad y campañas de higiene y salud, salud sexual y reproductiva.
Está dirigido a niñas, niños y adolescentes migrantes, así como a sus familias en albergues de ciudades de Chiapas, Oaxaca, Tijuana y Chihuahua.
Ángela y 15,000 niñas, niños y adolescentes se han beneficiado de este programa desde 2018.
“Me gusta que con los de Save the Children puedo jugar y divertirme con los otros niños, puedo pegar dibujos, colorearlos, y echarles brillantina”.
Ángela
Ángela y su familia cumplen 5 meses de haber llegado a México, y desde entonces esperan por su visa de refugio. Mientras su trámite es procesado, Ángela no ha podido continuar con sus estudios de sexto grado.
La migración centroamericana es resultado de la desigualdad, la violencia y la marginación. Resolver sus causas también es una prioridad para Save the Children.
Actualmente mantenemos en operación un Programa de Prevención de la Migración Forzada desde las Comunidades de Origen en Honduras, Guatemala y El Salvador.
Nuestra misión esgenerar oportunidades de desarrollo local, la permanencia y la reducción de la violencia en las escuelas y otros espacios.
Confiamos en que esas oportunidades disminuyen el flujo migratorio y reconstruyen el tejido social de estas naciones centroamericanas.
Causas de la migración centroamericana
Cuando la violencia, pobreza y separación familiar se juntan, la respuesta natural de cualquier ser humano es huir en busca de mejores oportunidades. Conoce las causas de la migración centroamericana.
Imagina por un momento que tienes 11 años. ¿Cuál sería tu mayor miedo? Probablemente no estar con tu familia, reprobar materias o incluso la oscuridad, pero para miles de niñas y niños en Centroamérica esos temores se ven minimizados por la violencia generada por las pandillas, en Honduras, El Salvador y Guatemala.
Tan solo en Honduras, más de 240,000 personas –la mayoría mujeres, niñas y niños- han sido desplazados de sus lugares de origen de manera forzada. Esta información de acuerdo a datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La migración centroamericana se da a zonas rurales o apartadas de las grandes ciudades, pero también al exterior, principalmente a Estados Unidos.
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Ángela, una niña hondureña de 11 años, experimentó muchísimo miedo por las amenazas de las pandillas, que constantemente intimidaban a su familia para que les entregaran a su hermana mayor. El acoso y la intimidación se volvieron cotidianos, no tenían a quién pedir ayuda.
En los últimos años las pandillas de El Salvador, se dispersaron a las vecinas Guatemala y Honduras.
Honduras presenta una de las tasas de homicidio más altas del planeta, 46.3 asesinatos por cada 100,000 habitantes de a acuerdo a datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Reducir la violencia y mejorar las leyes que protegen a la niñez podrían disminuir considerablemente la migración. Conoce nuestras acciones
La pobreza, factor que repercute negativamente en la zona
Los tres países presentan una tasa de pobreza superior al 50%, además de precarios ingresos, pocas oportunidades de empleo y estudio.
De acuerdo a datos de la Oficina del Censo de los Estados Unidos y la Encuesta de Comunidades Estadounidense, 3.5 millones de personas provenientes de Centroamérica vivían en ese país en 2017. Por lo que millones de familias se encuentran separadas debido a la imposibilidad de poder llevar legalmente a sus familiares o al menos visitarles.
Se fueron de Honduras en un autobús, rodeando la frontera de Guatemala hasta llegar al Río Hondo cruzando en balsa para entrar a México por Chetumal, Quintana Roo.
Los problemas aumentaron cuando fueron detenidos por los retenes de migración mexicanos, y trasladados al estado de Oaxaca, donde actualmente residen en un albergue.
Nuestro programa de atención a la niñez migrante
Ante la crisis migratoria y desplazamientos forzados en Centro y Sudamérica, desde 2018, Save the Children en México opera un programa de Atención a la Niñez Migrante.
El programa brinda apoyo psicosocial, educación en emergencias, talleres de empleabilidad y campañas de higiene y salud, salud sexual y reproductiva.
Está dirigido a niñas, niños y adolescentes migrantes, así como a sus familias en albergues de ciudades de Chiapas, Oaxaca, Tijuana y Chihuahua.
Para seguir operando ese programa y beneficiar a más niñas y niños, incluso mexicanos, necesitamos gente comprometida como tú.
Ángela y 15,000 niñas, niños y adolescentes se han beneficiado de este programa desde 2018.
Ángela y su familia cumplen 5 meses de haber llegado a México, y desde entonces esperan por su visa de refugio. Mientras su trámite es procesado, Ángela no ha podido continuar con sus estudios de sexto grado.
La migración centroamericana es resultado de la desigualdad, la violencia y la marginación. Resolver sus causas también es una prioridad para Save the Children.
Actualmente mantenemos en operación un Programa de Prevención de la Migración Forzada desde las Comunidades de Origen en Honduras, Guatemala y El Salvador.
Nuestra misión es generar oportunidades de desarrollo local, la permanencia y la reducción de la violencia en las escuelas y otros espacios.
Confiamos en que esas oportunidades disminuyen el flujo migratorio y reconstruyen el tejido social de estas naciones centroamericanas.
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