Niñez refugiada: récord mundial - Save the Children Mx
  • Home
  • Niñez refugiada: récord mundial

Niñez refugiada: récord mundial

junio 20, 2023 SaveMX 0 Comments

Desde Save the Children, lanzamos un ensayo fotográfico para celebrar la resistencia de la niñez refugiada, tras un año en que el número de refugiados en todo el mundo alcanzó una cifra récord. En 2023, casi 110 millones de personas se vieron desplazadas en todo el mundo, obligadas a abandonar sus hogares por la guerra, los conflictos, el hambre, la sequía y el cambio climático.

Entrevistamos a niñas y niños refugiados en México, Bangladesh, Nigeria, Perú y Ucrania, muchos de los cuales han emprendido peligrosos viajes a países desconocidos. En el camino, se vieron expuestos a situaciones extremas y riesgosas como comer hojas para sobrevivir, vadear ríos o esconderse en bosques.

En algunos casos, pudieron sortear este difícil camino y hoy en día tienen la posibilidad de realizar sus hobbies y pasatiempos familiares para adaptarse a la nueva vida. Por otro lado, algunas niñas y niños y sus familias aún se encuentran buscando un hogar y oportunidades para poder rehacer su vida.

De Venezuela a México

Staff de Save the Children en una actividad lúdica con niñas y niños refugiados en Oaxaca.

En octubre de 2022, entre 10 y 15 mil personas -principalmente de nacionalidad venezolana-, llegaron a Tapanatepec, Oaxaca. La población en situación de movilidad superaba a la población local de la zona, lo que provocó hacinamiento, situaciones críticas y desabasto de insumos y víveres en esa demarcación.

Ante la emergencia, desde Save the Children activamos nuestra respuesta humanitaria para atender las necesidades de la población. Una de nuestras principales acciones fue la creación de un espacio amigable para que niñas y niños puedan realizar actividades lúdicas, recibir apoyo emocional y expresarse en un entorno seguro.

“Habilitamos un espacio amigable para tener actividades con niñas, niños y adolescentes; de educación en emergencias, temas de salud y manejo de emociones a través de una metodología que se llama HEART, que es para sanción a través de las artes.” Aridna Vázquez. Líder Operativa, Proyecto ECHO.

De Myanmar a Bangladesh

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es Dia-del-refugiado-Tariqul-Bangladesh-1024x683.jpg

Tariqul, 13 años, sostiene su balón en el campo donde juega al fútbol con sus amigos (Save the Children)

Cox’s Bazar (Bangladesh) alberga el mayor asentamiento de refugiados del mundo, con casi un millón de refugiados, la mayoría de los cuales lleva viviendo en los campamentos desde hace casi seis años.

Tariqul, de 13 años, dijo que su familia experimentó un «inmenso sufrimiento» durante su viaje de cinco días a Bangladesh en 2017. Vieron cadáveres mientras caminaban por la selva y solo sobrevivieron comiendo hojas de árboles y bebiendo agua contaminada.

Este viaje tuvo consecuencias en la vida de Tariqul: «En aquellos tiempos me aterrorizaba el sonido de los disparos. He visto fuego y he oído explosiones lejanas. A una edad muy temprana, comprendí lo que significaba la guerra. Una guerra que había traído a toda nuestra familia a una tierra extranjera con gente desconocida».

Tariqul visita un centro juvenil de Save the Children todos los días después de la escuela, donde puede jugar a su deporte favorito: el fútbol. «Cuando empecé a jugar al fútbol, hice nuevos amigos en el nuevo país. Disfruto jugando con ellos. Organizamos torneos… ¡y hasta soy el capitán de mi equipo!

De Camerún a Nigeria

Joseph, de 13 años, y Martin, de 12, trabajando en piezas de escultura en el asentamiento donde viven en Nigeria.

Los enfrentamientos entre grupos armados en Camerún han obligado a miles de familias a huir de sus hogares y unas 86.000 personas han buscado refugio en la vecina Nigeria. Se calcula que el 80% son mujeres y niños.


En 2021, Martin y su familia viajaron durante un mes para llegar a Nigeria desde su aldea en Camerún. Al principio iban de un asentamiento de refugiados a otro, pero cuando cuando la familia por fin se asentó, Martin estaba encantado de reanudar un pasatiempo familiar: «Me encanta el arte de tallar y moldear la arcilla. En Nigeria he mejorado mucho mis habilidades escultóricas. Aunque soy algo tímido, he recibido elogios y admiración por mis obras. obras de arte. Además, sedicarme a esta afición también me ha hecho conocer nuevos amigos en el asentamiento. Ellos me animan a superarme en la escultura.


Joseph y su familia pasaron tres años en la selva de Camerún intentando refugiarse de los grupos armados. Al final, su madre utilizó todo su dinero para pagar un pasaje seguro a Nigeria. «Desde que llegué a Nigeria, mis habilidades como escultor han mejorado mucho, ya que he superado mis propias expectativas y ahora esculpo con más frecuencia que cuando estaba en Camboya. También creo que esculpir me ayudará en el futuro».


Después de la escuela, Martin y Joseph asisten a un espacio seguro de Save the Children para niños y
jóvenes donde pueden continuar las clases:
«Me gusta especialmente el sistema educativo de Nigeria porque, a diferencia de Camerún, donde tuve que abandonar los estudios durante casi cinco años, aquí he tenido la oportunidad de volver a la escuela», dice Joseph.

De Ucrania a Polonia

Dima, 13 años, jugando al fútbol en su nueva casa en Polonia.

Desde que estalló el conflicto en febrero del año pasado, más de 8 millones de personas han huido de Ucrania. La mayoría, un 90%, son mujeres y niños.


A Dima y a su hermana Sofía, les costó adaptarse a la vida en Polonia. Durante los primeros meses, Dima y Sofía se retrajeron, se negaban a comer y les costaba dormir. Las cosas mejoraron cuando se matricularon en la escuela polaca local: «Mi escuela en Polonia es la mejor. Mis compañeros siempre me respetan. Entienden que hay guerra en Ucrania. A menudo me ayudan durante las clases, y un amigo de mi clase me enseñó a hablar polaco».


Unirse al club de fútbol local ha sido clave para la felicidad de Dima, y le ha ayudado a a integrarse:»Me inspiró ver cómo juegan Messi y Ronaldo entre ellos y quiero llegar a ser como ellos. Cuando llegué a Polonia, al principio tenía miedo de la gente porque estoy en un país extranjero. Pero en
empezaron a hablarnos tan amablemente, que me acostumbré a ellos, a Polonia y a todos los polacos».

De Venezuela a Perú

María del staff de Save the Children, le enseña a Victoria, el arte de la manicura junto a su mamá. (Foto: Miguel Angel Arreategui Rodriguen)

Más de seis millones de refugiados de Venezuela viven en países de América Latina. La madre de Victoria, de siete años, no podía alimentarla, vestirla y educarla. Así que viajaron juntas de Venezuela a Perú en busca de una mejor calidad de vida. «No me gustó el viaje a Perú, íbamos de un autobús a otro; hacía mucho calor. Atravesamos ríos y senderos», cuenta Victoria.


Cuando llegaron, María, su mamá, estaba ocupada en el trabajo y no podía ocuparse de Victoria. Así que, junto el apoyo de Save the Children, puso en marcha un negocio de manicura, pedicura y peluquería, lo que le permitió pasar más tiempo con su hija. Victoria es una ayudante entusiasta: «Mi madre hace uñas y peinados con trenzas. Me gusta estar con ella y hacerle compañía cuando trabaja porque pasamos tiempo juntas. La ayudo pasándole cosas que se le olvidan como algodón y limas de uñas».


La principal pasión de Victoria, y una fuente de gran consuelo en su nuevo país de origen, es cuidar de su perro: «De grande quiero ser veterinaria, para tener un refugio y cuidar de los animales. Mi perrito se llama «Pulgoso», lo tenemos desde hace 6 meses y lo quiero mucho».

leave a comment