La agricultura es una de las formas de trabajo infantil más peligrosas para que niñas y niños trabajen, sin embargo en México y otros países persiste su práctica a pesar de su prohibición.
Comer es una necesidad que nos llena de felicidad. Sobre todo, porque en México contamos con una amplia variedad de platillos y sabores. Nuestro día a día se acompaña de tortillas, frijoles, chiles y un sinfín de ingredientes que podemos obtener gracias a la agricultura, una actividad económica dedicada a producir alimentos tales como frutas, hortalizas y cereales.
Esta actividad es indispensable para nuestra sociedad, pero no es sencilla. Las y los jornaleros se exponen a los riesgos del campo como altas temperaturas, deshidratación, fertilizantes, pesticidas, accidentes por la maquinaria y por las constantes cargas de bultos pesados.
Sin embargo, es aún más grave cuando es desempeñada por niñas, niños y adolescentes; en otras palabras, cuando se hace por trabajo infantil. Lamentablemente, en México hay alrededor de 700 mil niñas y niños laborando en campos agrícolas [1].
En muchos casos, su trabajo en el campo inicia desde que son muy pequeños. De hecho, hay madres y padres que durante sus largas jornadas llevan consigo a sus bebés debido a que no cuentan con ningún tipo de servicio de cuidado infantil que garantice su seguridad mientras laboran.
Pero padres y madres no son responsables de esto. Hacen lo necesario para subsistir ya que, usualmente, viven en situación de pobreza, son discriminados por pertenecer a grupos originarios o tienen calidad de migrantes.
Así, sin otra opción, miles de niñas y niños acompañados de sus familias o solos, acuden a los campos para obtener un ingreso que, en la mayor parte de veces, es precario. Además, esta forma de explotación laboral limita su tiempo para estudiar, les causa fatiga, agotamiento físico y mental, estrés, lesiones y en los casos más graves, amputaciones e incluso la muerte.
¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO PARA TERMINAR CON EL TRABAJO INFANTIL?
En México está prohibido que niñas, niños y adolescentes trabajen en labores peligrosas o insalubres que afecten negativamente su desarrollo, salud física y/o mental [2].
No obstante, cada día la realidad supera con creces a la ley porque el trabajo infantil en el sector agrícola persiste y las actuales políticas públicas no han podido erradicar este problema.
Esto quiere decir que las acciones y programas establecidos para prevenir, atender y erradicar el trabajo infantil tienen fallas que ignoran la situación especial del sector agrícola. Por ejemplo, aun cuando las inspecciones son indispensables para vigilar que esta actividad no tenga a niñas o niños laborando, no existe un plan de acción que contemple las condiciones de difícil acceso del sector, como lo son las tierras de cultivo localizadas en medio de la sierra, los senderos rurales o caminos de terracería que solo pueden transitarse a pie o en animal de carga e, incluso, los retenes por parte del crimen organizado.
Por eso, para lograr una #NiñezLibreDeTrabajo, no basta con prohibirles la entrada al campo, que es algo que ya se ha establecido. Gobierno, empresas y sociedad civil tenemos que realizar acciones conjuntas que atiendan de fondo esta problemática porque todas y todos somos corresponsables de garantizar que el lugar de las niñas y niños sea el aula de una escuela y no en el campo, bajo el sol abrazador, recogiendo hortalizas.
Debemos fomentar su permanencia en las escuelas, ya que la educación es el camino por excelencia para alcanzar mejores condiciones de vida y el medio para evitar que se desplacen a otro campo en donde trabajen en condiciones más precarias o peligrosas.
Además, es necesario ofrecer mejores salarios, seguridad social y condiciones dignas a las y los jornaleros que les permitan aspirar a un mejor presente; crear planes de restitución para niñas, niños y adolescentes víctimas de trabajo infantil; y, en general, hacer todo aquello que contribuya a disminuir su presencia en los campos agrícolas.
¡No podemos seguir indiferentes! Exijamos que los alimentos que lleguen a nuestra mesa estén libres del sufrimiento de niñas y niños.
[1] Estimaciones propias con base en los datos de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2019 del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/enti/2019/doc/enti_2019_presentacion_resultados.pdf
[2] Ley Federal del Trabajo, 1970, artículo 175 fracción IV …queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de dieciocho años: “En labores peligrosas o insalubres que, por la naturaleza del trabajo, por las condiciones físicas, químicas o biológicas del medio en que se presta, o por la composición de la materia prima que se utiliza, son capaces de actuar sobre la vida, el desarrollo y la salud física y mental de los menores”.
El trabajo infantil detrás de lo que comemos
La agricultura es una de las formas de trabajo infantil más peligrosas para que niñas y niños trabajen, sin embargo en México y otros países persiste su práctica a pesar de su prohibición.
Comer es una necesidad que nos llena de felicidad. Sobre todo, porque en México contamos con una amplia variedad de platillos y sabores. Nuestro día a día se acompaña de tortillas, frijoles, chiles y un sinfín de ingredientes que podemos obtener gracias a la agricultura, una actividad económica dedicada a producir alimentos tales como frutas, hortalizas y cereales.
Esta actividad es indispensable para nuestra sociedad, pero no es sencilla. Las y los jornaleros se exponen a los riesgos del campo como altas temperaturas, deshidratación, fertilizantes, pesticidas, accidentes por la maquinaria y por las constantes cargas de bultos pesados.
Sin embargo, es aún más grave cuando es desempeñada por niñas, niños y adolescentes; en otras palabras, cuando se hace por trabajo infantil. Lamentablemente, en México hay alrededor de 700 mil niñas y niños laborando en campos agrícolas [1].
En muchos casos, su trabajo en el campo inicia desde que son muy pequeños. De hecho, hay madres y padres que durante sus largas jornadas llevan consigo a sus bebés debido a que no cuentan con ningún tipo de servicio de cuidado infantil que garantice su seguridad mientras laboran.
Save the Children trabaja en México a fin de brindar alimentos, protección y aprendizaje a hijas e hijos de jornaleros agrícolas. Súmate a este proyecto y ayúdanos a garantizar su bienestar.
Pero padres y madres no son responsables de esto. Hacen lo necesario para subsistir ya que, usualmente, viven en situación de pobreza, son discriminados por pertenecer a grupos originarios o tienen calidad de migrantes.
Así, sin otra opción, miles de niñas y niños acompañados de sus familias o solos, acuden a los campos para obtener un ingreso que, en la mayor parte de veces, es precario. Además, esta forma de explotación laboral limita su tiempo para estudiar, les causa fatiga, agotamiento físico y mental, estrés, lesiones y en los casos más graves, amputaciones e incluso la muerte.
¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO PARA TERMINAR CON EL TRABAJO INFANTIL?
En México está prohibido que niñas, niños y adolescentes trabajen en labores peligrosas o insalubres que afecten negativamente su desarrollo, salud física y/o mental [2].
No obstante, cada día la realidad supera con creces a la ley porque el trabajo infantil en el sector agrícola persiste y las actuales políticas públicas no han podido erradicar este problema.
Prevenir, remediar y erradicar el trabajo infantil en condiciones de explotación es una prioridad para Save the Children ¡Tu puedes ayudarnos a lograrlo!
Esto quiere decir que las acciones y programas establecidos para prevenir, atender y erradicar el trabajo infantil tienen fallas que ignoran la situación especial del sector agrícola. Por ejemplo, aun cuando las inspecciones son indispensables para vigilar que esta actividad no tenga a niñas o niños laborando, no existe un plan de acción que contemple las condiciones de difícil acceso del sector, como lo son las tierras de cultivo localizadas en medio de la sierra, los senderos rurales o caminos de terracería que solo pueden transitarse a pie o en animal de carga e, incluso, los retenes por parte del crimen organizado.
Por eso, para lograr una #NiñezLibreDeTrabajo, no basta con prohibirles la entrada al campo, que es algo que ya se ha establecido. Gobierno, empresas y sociedad civil tenemos que realizar acciones conjuntas que atiendan de fondo esta problemática porque todas y todos somos corresponsables de garantizar que el lugar de las niñas y niños sea el aula de una escuela y no en el campo, bajo el sol abrazador, recogiendo hortalizas.
Te puede interesar: Tú tienes el poder de terminar con el trabajo infantil
Debemos fomentar su permanencia en las escuelas, ya que la educación es el camino por excelencia para alcanzar mejores condiciones de vida y el medio para evitar que se desplacen a otro campo en donde trabajen en condiciones más precarias o peligrosas.
Además, es necesario ofrecer mejores salarios, seguridad social y condiciones dignas a las y los jornaleros que les permitan aspirar a un mejor presente; crear planes de restitución para niñas, niños y adolescentes víctimas de trabajo infantil; y, en general, hacer todo aquello que contribuya a disminuir su presencia en los campos agrícolas.
¡No podemos seguir indiferentes! Exijamos que los alimentos que lleguen a nuestra mesa estén libres del sufrimiento de niñas y niños.
¿Nos ayudas a visibilizarlo?
Hoy puedes ayudarnos a proteger a la niñez más vulnerable del país ¿cómo? Súmate a las y los Defensores de la Niñez y se parte del movimiento mundial más grande a favor de la niñez.
Fuentes:
[1] Estimaciones propias con base en los datos de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2019 del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/enti/2019/doc/enti_2019_presentacion_resultados.pdf
[2] Ley Federal del Trabajo, 1970, artículo 175 fracción IV …queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de dieciocho años: “En labores peligrosas o insalubres que, por la naturaleza del trabajo, por las condiciones físicas, químicas o biológicas del medio en que se presta, o por la composición de la materia prima que se utiliza, son capaces de actuar sobre la vida, el desarrollo y la salud física y mental de los menores”.
Archivos
Categorías
Meta
Gallery Image
Entradas recientes
Subscribe Today
Calendar