Cuando las niñas y los niños juegan aprenden a convivir con otras personas, crear y vivir el presente sin preocupaciones. Además, aprenden a ponerse en los zapatos del otro, usar activa y sanamente su cuerpo y superar retos y adversidades. Por eso, jugar es necesario para aprender.

El aprendizaje y el juego fomentan el desarrollo integral de las niñas y los niños. También, potencian sus experiencias educativas, aprendizajes e incrementan su motivación. Por eso, los primeros años son los más importantes. Durante esa etapa nuestro desarrollo cognitivo, emocional, social, físico y mental crean y construyen bases sólidas que nos acompañarán en la vida adulta.

¿Qué hacemos para fomentar el juego?

Con el objetivo de conocer más sobre el aprendizaje a través del juego y cuál es el rol que desempeña en la educación inicial, Save the Children realizó el Estudio Nacional sobre la Atención, Cuidados y Espacios de Aprendizaje para la Primera Infancia 2021 (ENACEA 2021). En este estudio se consultaron a más de 800 agentes educativas en educación inicial en 5 estados: Ciudad de México, Nuevo León, Puebla, Sinaloa y Yucatán.

Entre los resultados, se encontró que, a pesar de los esfuerzos del Estado en educación inicial, más del 15% de las y los agentes educativos mencionaron que la falta de oportunidades de formación continua es uno de los principales retos que enfrentan en su trabajo.

Capacitaciones y aprendizaje a través del juego

¿Qué hemos hecho para solucionarlo?

Con la implementación del programa 1,2,3 ¡Por el Aprendizaje!, desde Save the Children, hemos promovido la adopción de los enfoques del Aprendizaje a Través del Juego y la Crianza con Ternura desde la educación continua a docentes convirtiéndolas en agentes de cambio y promotoras del desarrollo holístico de niñas y niños. ¡Jugar es necesario para aprender!

El impacto de las primeras sesiones ya es visible, pues las educadoras han expresado que:

«A veces nosotras mismas nos contradecimos, porque les decimos a los niños que hay momentos para jugar y momentos para estudiar, por eso es importante que recibamos este tipo de capacitaciones que nos ayuden a distinguir entre el juego y aprendizaje, sobre todo en primera infancia, ya que siempre que jugamos aprendemos”.

(Testimonio educadora de Nuevo, León)

Además, los aprendizajes que las agentes y los agentes educativos adquieren durante las capacitaciones trascienden este programa y se convierten en habilidades que pueden aplicar en otros espacios de convivencia con niñas y niños, teniendo la posibilidad de compartir también con las madres, padres y cuidadores.

¡El juego es una necesidad y un derecho! La niñez no puede concebirse sin juego.