Ruby es promotora operativa en Yucatán y trabaja desde su trinchera para que podamos implementar programas que ayudan a construir un futuro más justo y equitativo, desde una perspectiva de género y de derechos de la niñez y la adolescencia. En esta nota ella nos cuenta cómo hace la diferencia y qué es lo que más disfruta de su trabajo. ¡Conoce su historia!

Sus inicios en Save the Children

Ruby tiene 23 años y es de una comunidad de origen maya en el este de Yucatán. Allí desde Save the Children impulsamos el empoderamiento de niñas y adolescentes y prevenimos la violencia de género entre la niñez, sus familias y comunidades. La hermana menor de Ruby participa en actividades y talleres sobre derechos, igualdad, salud y prevención de violencia. Siempre cuando volvía a casa, le compartía con emoción sus aprendizajes del día. Así comenzó el deseo de Ruby de formar parte de Save the Children: ella también quería contribuir a brindar a niñas, niños y adolescentes, un presente y futuro con mayor igualdad y posibilidades.

Cuando tenía 19 años, Ruby participó como voluntaria en cursos de verano y “Recreleos”. En 2020, la pandemia de COVID-19 golpeó duramente a su comunidad. Ante esta situación, Ruby no dudó en volver a ser voluntaria durante la respuesta humanitaria de Save the Children. De esta forma, contribuyó con la entrega de despensas, kits de higiene y salud. Durante este tiempo, reafirmó su compromiso por seguir contribuyendo al bienestar de su comunidad, y particularmente a las niñas como su hermana menor, para que alcancen una mayor igualdad.

Del deseo a la acción: hacer la diferencia

En 2022, Ruby se unió a Save the Children como promotora operativa. Su trabajo implica mucha organización e interacción con diversas personas en las comunidades, para que las y los promotores educativos en campo, puedan realizar sus actividades lo mejor posible. Nos cuenta que ha desarrollado habilidades de comunicación y ha adquirido un amplio conocimiento en derechos para incidir más en su entorno. Ruby está orgullosa de sus raíces y siempre trata de promover la cultura maya entre los miembros del equipo y las personas de las comunidades.

«Lo mejor de mi trabajo es que todos los días aprendo algo nuevo, ya sea de mis colegas o de las actividades en las que participo. Aunque mi labor se centre mayormente en lo administrativo, lo que realmente me hace feliz es salir a las comunidades y compartir con niñas, niños y adolescentes. Es ahí donde siento que hago la diferencia y donde más disfruto estar.» – Ruby, promotora operativa.